Cabe anotar que en los últimos cuatro años que estuvo fuera del FONAFE, EsSalud fue manejado de manera autónoma, a diferencia de las empresas públicas, en las cuales el holding del Estado coloca a los directores y les pide mensualmente las cuentas de los acuerdos y metas de gestión. (Gestión, 16/02/2011)
Mario Gonzáles, Director Ejecutivo del Fondo de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (FONAFE), anunció que el Seguro Social del Perú (EsSalud) volverá a operar bajo el paraguas del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) que rige el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Creemos que la decisión es positiva, en tanto se incrementa la probabilidad de que la inversión pública diseñada y ejecutada por EsSalud tenga una mayor calidad, además de reducir la posibilidad de que haya corrupción o sea utilizado políticamente. EsSalud inició un innovador programa de Asociaciones Público Privadas (APPs), con el que se están construyendo hospitales actualmente. APPs bien diseñadas son funcionales al reto que enfrenta el MEF de mejorar la calidad de la inversión pública. Por ello, es muy importante que el regreso de EsSalud al redil del SNIP mejore, en vez de empeorar o detener, las APPs planeadas por EsSalud (ver cuadro siguiente).
EsSalud, SEDAPAL y Petroperú están fuera del ámbito del SNIP. Las dos primeras de estas tres empresas públicas, las más grandes del país, han sido utilizadas por más de un gobierno reciente para hacer clientelismo político o intentar dirigir un resultado electoral (ver gráficos sobre calidad de atención en EsSalud). La decisión de FONAFE debe haber considerado estos antecedentes. Está pendiente que también se les quite la corona a las otras empresas públicas. Todas administran recursos públicos, que tienen un costo de oportunidad altísimo en un país donde hay medio millón de niños desnutridos (CD 18/10/2010).
Más allá de las criolladas de las empresas públicas -y otras instituciones del Estado-, el SNIP intenta mejorar la calidad de la inversión pública, lo que incluye priorizar recursos escasos entre distintos fines. La agenda pendiente en esta línea es considerable: no evaluamos la inversión pública durante y después de su ejecución. No sabemos bien qué tan buenas o malas fueron algunas obras públicas emblemáticas, como Majes Siguas I por ejemplo. Hemos aprendido, en este caso, más allá de la disputa por el agua: Majes Siguas II pasó por el SNIP (CD 14/09/2010).
El SNIP ha suscitado iras y maldiciones. Está siendo reestructurado mientras escribimos estas líneas. Se requiere simplificar procesos, sistematizar experiencias y parámetros de evaluación, asumir una actitud más proactiva, transferir capacidades especialmente a algunas provincias. El MEF -y otras instituciones públicas- también tienen que reformar la forma en que diseñan, procesan y ejecutan las APPs. Las falencias vigentes no justifican, sin embargo, saltarse la valla del SNIP u otros sistemas del Estado, como el de compras o el de control. Se está haciendo lo correcto: regresando las ovejas al redil -aunque las negras siguen afuera- y mejorando para aumentar el bienestar.
IPEopinion (ipeopinion@ipe.org.pe)
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