miércoles, 26 de mayo de 2010

El enorme potencial del mercado de capitales‏

El presidente de la Conasev resaltó que hay un enorme potencial para desarrollar este mercado y que existe la intención de poner los cimientos necesarios para dar el gran salto y así poder aprovecharlo. (Gestión, 25/05/2010)

Insistimos en que hay que aplaudir que se retome la reforma del mercado de capitales por una razón general y varias específicas. En general, porque tenemos que sacudirnos de la complacencia de tener un manejo macro aceptable, no haber revertido la mayoría de las reformas adoptadas en los noventa y hacer tres o cuatro reformas nuevas por gobierno. Podemos aspirar a mucho más y para el caso del mercado de capitales en particular planteamos algunas ideas a continuación.

Es importante que se reconozca tanto el gran potencial del mercado de capitales como la imperiosa necesidad de reformarlo para concretar dicho potencial. Durante esta década, este mercado había sido ignorado en la práctica. Peor aún, las políticas que lo afectan eran decididas a partir del supuesto que, en realidad, el mercado de capitales no importaba. Una diferencia sustancial entre las economías peruana y chilena, por ejemplo, es el acervo de capital y la existencia de un mercado de capitales funcional y eficiente en el vecino del sur, como se puede apreciar en el gráfico. Empresas como las peruanas, que enfrentan un mercado de capitales subdesarrollado, tienen una tremenda desventaja competitiva frente a empresas como las chilenas, que se pueden fondear de forma eficiente y barata en sus mercados. Esto es especialmente relevante para las empresas medianas, incluyendo las que empezaron como MYPE: si tienen buen gobierno corporativo, administración y productos competitivos, un mercado de capitales desarrollado puede ser la mejor manera de catapultar su crecimiento.

Un aspecto importante de la reforma que se está emprendiendo, y que tendría que profundizarse en los próximos años, es que es integral. Se está atacando diversos frentes (oferta, demanda, transparencia y supervisión) y no se están aprobando un conjunto de medidas aisladas. Por ejemplo, es importante que el regulador (CD 17/05/2010) sea fuerte, pero no entrometido. Hasta ahora prevalecía la idea que todo detalle tenía que ser autorizado. Se llegaba al punto en que el regulador actuaba, en realidad, como el comprador potencial de una emisión: no velaba por que la información fuera transparente, sino que calificaba las carácterísticas de las emisiones, decisión que debe pertenecer al mercado. En lugar de ello, se debería buscar que las normas sean claras y uniformes, la supervisión sea efectiva (y ex post, sobre todo para inversionistas especializados), y que además existan castigos proporcionales y ejemplares a los que incumplan la normativa. Esto daría flexibilidad, premiaría la innovación y haría responsables por sus actos a los participantes del mercado de capitales

FUENTE :ipeopinion@ipe.org.pe

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