jueves, 4 de marzo de 2010

Gamarra y el supuestamente apocaliptico TLC con China‏

Quiebra Gamarra. Peligran miles de puestos de trabajo del sector textil, calzado, plásticos y manufactura en general. Hemos renunciado expresamente a proteger nuestra industria. Para colmo de males, se ha excluido el mecanismo de salvaguardias establecido por la OMC. (La Primera, 03/03/2010)

A raíz de la entrada en vigencia del TLC con China, han surgido denuncias -sobre todo por parte de representantes del sector textil- en torno a la supuesta renuncia del Perú a medidas de protección ante una gran cantidad de productos chinos. Se arguye que solamente la industria textil podría perder hasta 473,000 empleados directos y otro millón de puestos indirectos.

Con respecto a estos anuncios hay que hacer algunas aclaraciones. Primero, que no es cierto que el Perú haya renunciado a las medidas de protección en cuestión. El Convenio de Cooperación Aduanera suscrito con China es el primero firmado por dicho gobierno y permite el intercambio de información sobre precios y otras variables relevantes para el comercio. También permite sobre la base de esa data tomar medidas que solucionen las prácticas desleales, de haberlas. Justamente a principios de este año se dio a conocer que la aduana china ya habría brindado información sobre los precios de exportación de sus textiles, de modo que la aduana peruana pudiese comprobar casos de subfacturación. Además, es importante que muchos de los productos textiles sensibles (que no abarcan toda la industria textil) serán desgravados paulatinamente en plazos de hasta diez años, lo que permitiría a los productores adecuarse a los cambios.

Para evaluar realmente el impacto del TLC con China, revisemos algunas cifras. El Semanario No 556 de COMEX menciona que el comercio con China se multiplicó por más de cinco entre el 2003 y el 2009. Durante ese periodo las exportaciones aumentaron en un 502% y las importaciones en un 407%. Las ventas del sector agropecuario, en ese periodo, crecieron 90% en promedio anual. Esto cobra especial importancia dado que es el sector agropecuario el que se podría beneficiar más del TLC con la liberalización arancelaria gradual de productos como algas, uvas, paltas o cítricos.

Es muy poco probable que Gamarra vaya a quebrar. Todo TLC afecta negativamente a algunos productores, pero beneficia a muchos otros y a los consumidores. Los pocos productores que se verán afectados por la mayor competencia China podrían aprovechar otros beneficios derivados del TLC. Por ejemplo, explotando el TLC con Estados Unidos podrían crearse alianzas con empresas chinas para exportar textiles a dicho país, dado que China aún estaría lejos de firmar un tratado con los Estados Unidos.

Todo TLC tiene detalles perfectibles, pero los negociadores peruanos han logrado abrir un inmenso mercado para el Perú. No neguemos un avance tan importante con cifras erradas y argumentos tergiversados que ignoran el beneficio de la mayoría y se centran en los intereses miopes de una pequeña minoría.
03 de marzo de 2010
IPE Instituto Peruano de Economía Comentario Diario

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